Estados Unidos termina el último baile de Pau Gasol
España sigue estando maldita contra Estados Unidos en los Juegos Olímpicos. Los nuestros perdieron por quinta vez consecutiva ante los norteamericanos en esta competición, acabando la carrera de Pau Gasol y Marc Gasol sin medalla con la selección. Caímos en cuartos de final de los Juegos Olímpicos 17 años después en un partido en el que Ricky Rubio lo dio todo para que no fuese así tras hacer el récord de su carrera con 38 puntos.
Los nuestros llegaron a marcharse en el segundo periodo por hasta ocho puntos, pero nos quedamos sin gasolina en la segunda mitad. Kevin Durant lideró a los norteamericanos con 29 puntos y España se marcha con honores de un torneo en el que intentará terminar en quinta posición para honrar a nuestro mejor jugador de siempre.
El partido comenzó con España en una versión dubitativa. El golpe de la derrota ante Eslovenia se dejó sentir en unos primeros minutos donde al único que no le quemaba el balón en las manos era un Ricky Rubio que se vio obligado a forzar tiros. El base de El Masnou respondió a su cuarto traspaso en ocho meses con una exhibición personal que mantuvo a los nuestros vivos en el encuentro con 13 puntos de los 17 españoles de su cuenta.
Estados Unidos iba a tirones alternando acciones brillantes en ataques con algunos ejemplos de desidia en un equipo que no era tan talentoso como en citas precedentes. No en vano, podemos afirmar sin temor a equivocarnos que contaba su versión más terrenal desde 2004. Con apenas cinco All-Star en sus plantillas, cuando en sus anteriores duelos con España procuraba un mínimo de 10 de ellos.
Esa falta de profundidad se notó en un segundo cuarto, en el que los suplentes de España fueron más que dominantes de la mano del dúo formado por Sergio Rodríguez y Willy Hernangómez. Ambos, desencantados por cómo la NBA les ha tratado durante su carrera, se tomaron su particular vendetta encabezando un parcial que puso a España hasta ocho puntos por delante. El canario hizo 10 puntos y dos asistencias en el periodo, mientras que el pívot madrileño se salió con seis puntos, seis rebotes y tres tapones.
A través de la actividad e intensidad de Willy en la zona, España pudo descubrir que a los norteamericanos se les puede meter mano en el rebote ofensivo y los nueve logrados nos hablan de que los nuestros aprendieron de sus errores contra Eslovenia para convertir aquella debilidad en virtud en el día D.
Durant reacciona y arrasa
Estados Unidos, sin embargo, no iba a vender su piel tan barata y en un abrir y cerrar de ojos se puso el mono de trabajo Kevin Durant para igualar el marcador antes del descanso. España tenía la sensación de haber desaprovechado un match-ball y quizá ese remordimiento se dejó notar a la salida de vestuarios.
La superestrella norteamericana activó el modo leyenda anotando tres triples en el parcial inicial de 6-20 de los norteamericanos. España sangraba por varias canastas fáciles falladas por Víctor Claver y porque no era capaz de anotar en juego, sólo de tiros libres. Estados Unidos se marchó hasta por 15 puntos en su despliegue.
Pero España volvió a remar contra viento y marea con una opción inédita en el torneo con Ricky y Sergio Rodríguez juntos en la cancha. Con nuestros dos jugones al mismo tiempo, España recortó la distancia hasta los seis puntos para entrar vivitos y coleando en el último cuarto. Llovía menos, pero Scariolo sabía que debía colocar un quinteto con facilidad para anotar aunque sacrificase defensa.
La otra gran superestrella de la NBA en el equipo de Popovich, Damian Lillard, hizo acto de presencia en el inicio del último cuarto con cinco puntos consecutivos que volvieron a ponernos en la cuerda floja. España no tenía gasolina, estaba nublada en la creación de juego, perdíamos muchos balones y hasta fallamos cuatro tiros libres en los primeros cinco minutos del periodo final.
Ricky Rubio estuvo en solitario en una misión por intentar mantener viva a una España que había tirado la toalla. La defensa que nos dio la Copa del Mundo de China faltó en ese periodo final donde los americanos hicieron lo que quisieron. Los nuestros intentaron despedir a los hermanos Gasol con los honores que se merecen. Hubo entrega y sacrificio, pero nos encontramos ante el fin de una era que ha durado 20 años. Mil gracias por todo Pau. El baloncesto español nunca olvidará a este equipo y sus hazañas.